Este lunes se definió la acusación por violación de derecho de patente, modelo, utilidad y diseño industrial de una máquina para limpiar frijoles, en donde José Luis Zeledón acusó al señor Harvy Salgado de haberle robado su invento, pero el fallo favoreció a Salgado por falta de pruebas contundentes por parte de Zeledón, hecho sucedido en Jinotega, al norte de Nicaragua.
La lectura de sentencia fue dada por la judicial Felicia Altamirano Montenegro, en el Complejo Judicial Benjamín Zeledón.
La causa del fallo a favor de Salgado fue la insuficiencia de pruebas presentadas por parte de la defensa de Zeledón, pues faltaron algunas contundentes como la solicitud de un perito mecánico, ambiental o de metalurgia en donde se compararan ambas máquinas para asegurar que se utilizaron los mismos materiales, dimensiones y características de la máquina patentada.
Zeledón, una mente creativa
Desde su juventud fue creando todo tipo de artilugios, cuando era pequeño creó una maqueta donde representaba una finca con arados y pozos mientras que sus compañeros llevaban trabajos en tela y papel. En esa misma edad al ver que su papá trabajaba con caña de azúcar, entonces inventó un trapiche para facilitar la extracción y así ha ido creando máquinas hasta que decidió patentar una de las tantas que tiene guardada.
"He gastado más de 100 dólares para patentar una sola máquina. Yo quiero poder patentar las demás, pero que se respete mi idea, que no me la roben, a mis máquinas les pongo una plaquita para que si se las roban a los dueños ellos puedan reclamar", dijo Zeledón.
El inventor jinotegano comentó que en los años 70 fue buscado por el ciudadano Salomón González para hacer una picadora y que para ese entonces, en plena guerra, fue motivo de noticia. Don José recuerda que hasta El Nuevo Diario llegó a la Ciudad de las Brumas para entrevistarlo.
"Por aquellos días hice una máquina para desgranar la chía. Se la hice a un hermano mío, ese hombre se variaba 9 quintales… un hombre a mano sólo logra desgranar una arroba por hora -el quintal tiene 4 arrobas-, entonces prácticamente mi hermano limpiaba en una hora lo que hacían 32 hombres", señala.
Seguirá apelando
A pesar de no haber ganado el caso, Zeledón afirma que seguirá apelando por la vía civil, para que se demuestre el presunto plagio. José Luis Zeledón nombró la máquina como Desgranadora Espín porque para el parece un puerco espín y la pinta de azul y blanco por ser un invento hecho en Nicaragua.
Normalmente cobra 50,000 córdobas por fabricar una junto a sus hijos.
La máquina trabaja de tal manera que reduce varios días de trabajo a una hora, ya que limpia más de 26 quintales de frijoles en ese lapso de tiempo, quitándo los granos de la vaina. También tiene otras que limpian trigo, chía, maíz y sorgo, a las cuales les piensa seguir modificando para poder patentarlas.
Este norteño tiene entre sus metas poder hacer un convenio con alguna organización para distribuir su máquina desgranadora de frijoles por todo el país, para facilitar el trabajo del productor nicaragüense.