Ungido alcalde de Rio de Janeiro, el rey Momo inauguró el viernes a ritmo de samba el Carnaval más famoso del mundo, cinco días de fiesta hedonista en los que los brasileños disfrutarán de un colorido espectáculo.
«Por segundo año consecutivo recibo la llave de esta ciudad y declaro abierto el Carnaval de Rio», dijo en medio de una lluvia de aplausos y confetti el monarca de la locura carnavalesca, Wilson Dias da Costa Neto, de 28 años, al recibir la llave de la ciudad de manos del alcalde Eduardo Paes.
«Entrego las llaves de la ciudad al rey Momo (…) Ahora es él quien deberá resolver los embotellamientos y las obras para los Juegos Olímpicos» de 2016, bromeó Paes, que vestía un sombrero panamá y una camiseta con el símbolo del 450º aniversario de Rio, que se cumple el 1 de marzo.
El rey Momo dio inicio así al maratón anual de samba en el que participarán millones de cariocas y 977.00 turistas, que bailarán por las calles y en las gradas del Sambódromo sin parar, disfrutando de los más de 35ºC del verano carioca.
El rey Momo es el encargado de inaugurar en el Sambódromo el carnaval «oficial»: los lujosos desfiles de las 12 grandes escuelas de samba en las noches del domingo y lunes, cada día frente a unos 70.000 espectadores, donde compiten por el título de campeona del carnaval.
Será el primero a desfilar cada noche por los 700 metros de la avenida Sapucaí, como se conoce la pista del Sambódromo diseñado por el fallecido arquitecto Oscar Niemeyer.
Este año, una de las escuelas que más promete es Portela, que dedicará su desfile el lunes de noche a la ‘Cidade Maravilhosa’.
Pero también hay un carnaval callejero, que ha cobrado cada vez más fuerza en los últimos años y moviliza durante varios días a millones de fiesteros en casi 500 grupos carnavalescos o «blocos», que recorren las calles de diferentes barrios tras un camión con músicos y cantantes, bailando, riendo, tomando cerveza, besándose apasionadamente.
Quizás el más esperado es el monumental «Cordao de Bola Preta», que nació en 1918. Se espera que más de dos millones de personas con originales disfraces -muchos en blanco y negro, los colores del «bloco»- asistan este sábado de mañana a su desfile por el centro de la ciudad.
Río de Janeiro, Brasil | AFP