Miles de fieles veneraron el martes a la Virgen de Suyapa, Patrona de Honduras, con una fiesta callejera y una misa católica que cerró nueve días de celebraciones a las que asistieron más de dos millones de personas.
Desde la medianoche, las autoridades eclesiásticas encabezadas por el cardenal Oscar Rodríguez, acompañado por su par de Nicaragua, Leopoldo Brenes, junto al presidente Juan Orlando Hernández, participaron en la fiesta con cánticos y fuegos pirotécnicos en el santuario de la virgen, en el este de la capital.
Durante los nueve días de culto, llegaron al santuario más de dos millones de personas, según la Iglesia, procedentes de diferentes zonas del país a pagar promesas por milagros que atribuyen a la patrona de Honduras, o hacerle peticiones.
Después de la celebración, Brenes ofició una misa en la que abogó por una iglesia más activa. «Dios quiere una iglesia en salida y no estancada, salir y dar a conocer el Evangelio, no ser una iglesia charco, porque esa agua estancada se pudre, eso transmite enfermedades, muertes», sentenció.
Cada año la iglesia católica hondureña conmemora el novenario a la Virgen que supuestamente fue encontrada en 1747 por el campesino Alejandro Colindres. Según esa versión, el campesino estuvo trabajando en El Piliguín, 25 km al norte de la capital, y al acostarse a descansar, sintió una piedra que le estorbaba.
Cuenta la leyenda que al amanecer del siguiente día, Colindres descubrió que el objeto era la figura de una virgen morena de 6,5 centímetros. La entregó a la iglesia y sus autoridades le construyeron una ermita. En los años 50, se construyó el imponente santuario que sobresale al este de Tegucigalpa, adonde llegan millones de feligreses.
En 1853, el Papa Pío IX declaró a la Virgen de Suyapa patrona de Honduras y escogió el 3 de febrero como el día de su fiesta.
Tegucigalpa, Honduras | AFP