El consumo de marihuana por parte de mujeres embarazadas o en etapa de lactancia parece a primera vista una mala idea sin vueltas, pero una propuesta en Colorado, EEUU, de multiplicar esas advertencias despierta preocupación porque la investigación de los peligros es escasa y no concluyente.
Los consumidores de hierba en Colorado y Washington reciben advertencias de que las mujeres embarazadas o que amamantan no deben consumir, pero un proyecto de ley en Colorado propone obligar a los locales de venta a colocar avisos visibles sobre los peligros para el feto.
«Es importante notificar que existe riesgo», dijo el promotor de la medida, el republicano Jack Tate.
La propuesta es controvertida. Algunas embarazadas fuman marihuana para aliviar las náuseas y una cámara de productores de hierba teme que las advertencias no tienen en cuenta las investigaciones realizadas.
Tyler Henson, presidente de la Cámara de Comercio de Cannabis en Colorado, dijo que el proyecto es «un nuevo intento de desacreditar e ignorar la opinión pública sobre el uso medicinal de la marihuana».
Un informe de salud de Colorado observa que el ingrediente psicoactivo de la marihuana, el TSH, pasa al feto a través de la placenta y al lactante a través de la leche materna. Pero los autores del estudio sobre las investigaciones dijeron que no se comprenden del todo las consecuencias de la exposición al THC.
La conclusión del informe, difundido el lunes, es que «no se sabe cuál es la cantidad segura de marihuana que se puede consumir durante el embarazo».
DENVER (AP)
