Una explosión de gas provocó el jueves el derrumbe de gran parte de un hospital materno infantil en la periferia de la Ciudad de México, dejando al menos siete muertos, cuatro de ellos niños.
La explosión ocurrió por una fuga en una manguera de un camión que estaba abasteciendo a la cocina del hospital de Cuajimalpa, perteneciente a los servicios de salud de la ciudad y ubicado en la periferia de la capital.
«Trataron de mitigar la fuga, pero no fue posible», dijo el alcalde capitalino, Miguel Angel Mancera. El secretario de Protección Civil nacional, Luis Felipe Puente, confirmó que tres adultos y cuatro niños murieron por la explosión y posterior derrumbe.
Varios bebés fueron rescatados entre los escombros y trasladados a otros hospitales, según la Cruz Roja. Hasta el momento las autoridades reportaron 22 niños y 32 adultos heridos. Los servicios de emergencia y bomberos, apoyados con efectivos del Ejército y policías federales, buscaban entre los escombros a más personas atrapadas mientras familiares desesperados esperaban afuera información sobre sus seres queridos.
El presidente, Enrique Peña Nieto, se solidarizó con las víctimas en un mensaje a través de Twitter. «Mi tristeza y solidaridad a los heridos y familiares de quienes perdieron la vida esta mañana en el Hospital Materno Infantil de Cuajimalpa», escribió.
Este es uno de los peores incidentes con los camiones llamados «pipas» de gas, que llevan el combustible a domicilio ante la escasez de servicios de gas por tubería.
MÉXICO DF (Reuters)