Todos los días Lillian Weber, de 99 años, crea un nuevo vestido para una niña necesitada de algún lugar del mundo. Lleva confeccionadas más de 850 prendas y planea llegar a 1000 para mayo de 2015, cuando cumplirá 100 años.
«Ver a las niñas con los vestidos, sonriendo, es muy especial para mí. Me ayuda a seguir adelante después de 99 años. No sé qué hubiera hecho si no hubiera encontrado esto para hacer.», le comentó Weber a NBC News. En vez de mirar televisión, esta madre de cinco hijos, se entretiene con sus creaciones que ayudan a las más pequeñas.
Desde hace tres años, Weber se levanta por las mañanas en su pequeña casa de Iowa (Estados Unidos) y comienza a coser. Descansa un rato al mediodía y le da al vestido los detalles finales por la tarde. Confeccionar cada prenda le lleva aproximadamente cuatro horas, de manera tal que podría hacer más de una por día. Sin embargo, se toma el tiempo necesario para hacer que cada una de ellas sea especial, personalizando cada diseño con un patrón, un aplique o un detalle de costura.
«Creo que es muy importante para estas niñas tener algo distinto», destaca Weber. «Me imagino a cuatro o cinco de ellas paradas en fila, cada una con un vestido diferente».
Weber nació en 1915 y creció en una granja junto a sus tres hermanos. En su infancia, su familia sufrió muchas carencias. Su inspiración viene de esas épocas, cuando su madre cocía toda la ropa que usaban. «Imagino que estas niñas pasan penurias más grandes que las que tuvimos que atravesar nosotros», reflexionó.
Los vestidos son donados a través de una organización cristiana sin fines de lucro llamada Little Dresses for Africa (Pequeños Vestidos para África). La misma ha donado 3 millones de vestidos a 47 países de África y 31 de otros continentes, entre los que se encuentran Haití, Honduras, Tailandia y México.
«Nunca me canso de ver sus vestidos», señaló Rachel O’Neill, fundadora y directora de la Little Dresses for Africa. «A ella le gusta hacer algo especial y las niñas lo adoran. Es mi heroína», agregó. Luego de que la historia de Weber se viralizara, la ONG creó un fondo especial para financiar el envío de los vestidos confeccionados por su costurera estrella.
El trabajo con la ONG comenzó en 2011, cuando un grupo de mujeres -la mayoría de más de 80 años- entre el que se encontraba Weber vio un comercial acerca del trabajo que hacían. Así, decidieron juntarse para ayudar a niñas necesitadas de lugares muy lejanos para ellas.
El 6 de mayo Weber cumplirá 100 años, pero no tiene intenciones de dejar sus trabajos de costura. Espera poder festejar con el vestido número 1000.