Iniciando el primer día del año ya hay que sumar en las estadísticas el primer incendio de grandes magnitudes registrado en la capital. Se trata de las infernales lenguas de fuego que consumieron a cenizas lo que encontraron a su paso en un taller de madera de exportación conocido como Cuatro Estrella, el cual se encuentra ubicado en el barrio Quintanina, de los semáforos media cuadra hacia el lago.
Pobladores y bomberos de la Dirección General y el Benemérito Cuerpo de Bomberos, unieron esfuerzos para tratar de sofocar el siniestro cuyas llamas encandiladas por el aserrín y avivadas por el fuerte viento, amenazaban con propagarse hacia las viviendas ubicadas al costado norte del taller.
Mientras el tiempo trascurría, las llamas se tornaban más violentas siendo necesario el refuerzo de otras unidades cisternas y más fuerzas bomberiles, no dejando otra alternativa a los pobladores; que sacar los electrodomésticos y otros enseres que más pudieron para evitar que se quemaran, tal es el caso de doña Zaida Pantoja que sacó a sus hijos y lo poco que pudo.
Trascurrida más de media hora, finalmente, el incendio fue controlado y los bomberos investigaron mediante el escombreo, cual fue la verdadera causa que provocó el siniestro; a través del cual confirmarán o descartarán la posibilidad que hubiese sido provocado por la chispa de una varilla de cohete.
Las llamas de fuego afortunadamente no dejaron personas lesionadas, pero sí cuantiosas e incalculables pérdidas materiales, pues además que se quemó madera preciosa como Cedro, Caoba y Pochote; cuya pulgada está valorada entre 90 centavos dólar o a un dólar, también se dañaron máquinas y motores del taller.
En las próximas horas la Policía y los bomberos, darán detalles concretos de los avances de las investigaciones de este incendio que se registró en las pocas horas que lleva este 2015.
Benedicto Balmaceda