En Egipto, donde la generalidad de la población considera que los tatuajes son tabú, se ha realizado una convención de artistas de la tinta sobre la piel para enfrentar los estereotipos y exhibir sus diseños.
Los aficionados se congregaron el fin de semana pasado en el barrio arbolado de Zamalek para conocer los últimos diseños y observar a los profesionales en acción en la Expo del Tatuaje El Cairo 2014.
Los organizadores esperan poner de relieve el aspecto artístico de esta práctica, escasamente regulada en Egipto. La mayoría de sus cultores poseen licencias para operar salones de belleza.
Muchos musulmanes consideran que la ley islámica prohíbe el tatuaje. En cambio, los cristianos coptos, que constituyen el 10% de la población, tienen una antigua conexión con el arte de la tinta.
Pero en una sociedad tan conservadora, quien decide aplicarse un tatuaje optan por hacerlo en una parte del cuerpo habitualmente cubierta por la ropa.
Apenas un centenar de personas asistieron a la convención en El Cairo, menos de lo que esperaba la organizadora Orne Gil.
EL CAIRO (AP)