Mediante un informe que será presentado al Gobierno, se argumenta que España en el extremo occidental de Europa ha estado fuera de sintonía con los patrones naturales de comportamiento con base en el amanecer y el atardecer, lo que mina la productividad.
Asegura que regirse bajo un "horario equivocado" ha significado para los españoles 71 años de mal sueño, de comer demasiado tarde y bajo rendimiento económico.
El informe incluye un paquete de propuestas destinadas a racionalizar los horarios laborales.