La situación es crítica en Filipinas, donde unas 10 millones de personas han resultado afectadas y mientras se calcula que 10 mil han perdido la vida.
Naciones Unidas instó a la comunidad internacional a enviar ayuda por valor de 301 millones de dólares a Filipinas, donde centenares de miles de víctimas carecen de acceso a alimentos y agua.
De esta petición de 301 millones, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) necesita 34 millones de dólares, para atender a los niños, que, según su portavoz, Marixie Mercado, representan el 40 % de la población del país.
Agencias