En una entrevista en la revista ‘Foreign Affairs Latinoamérica’ el aún presidente de Uruguay opina sobre el caso de los 43 estudiantes desaparecidos y explica por qué ve a México como un estado fallido.
El actual presidente de Uruguay, José Mujica, ha comentado en una entrevista publicada por la revista ‘Foreign Affairs Latinoamérica’ que tras el caso de los 43 estudiantes desaparecidos México «da la sensación de tratarse de una especie de estado fallido». «Es terrible que se caiga en este tipo de cosas. Los poderes públicos están perdidos totalmente de control, están carcomidos», añade el mandatario latinoamericano.
Los poderes públicos están perdidos totalmente de control, están carcomidos
Entre las razones que explican que se den casos así en México, Mujica destaca la corrupción. «La corrupción se ha establecido, me da la impresión, visto a la distancia, como una tácita costumbre social. Seguramente, el corrupto no está mal visto, es un triunfador, es un señor espléndido. Por ese lado estamos fritos», lamenta el presidente uruguayo.
En su opinión, a pesar de ser un asunto interno el caso tiene ya alcance internacional. «Es un problema de la humanidad. Son cosas que en el mundo de hoy no deberíamos permitir, porque la civilización que tenemos tiene muchísimos defectos, pero el progreso y la marcha de esa civilización no tienen que atar las manos. Estas cosas podrían ser en el medioevo, pero no en mundo de hoy», asegura Mujica.
Por otra parte, el mandatario uruguayo recordó las numerosas muestras de solidaridad de su país con el pueblo mexicano: «Uno se da cuenta en los grafitis de las calles y hablando con la gente. Creo que ha sido muy importante el apoyo internacional para exigir una solución».
«Este episodio no tiene otro camino que la investigación y que los responsables paguen. No es negociable. México está obligado a aclarar este asunto, porque a raíz de este episodio surgieron cosas laterales, como la aparición de tumbas que no estaban. Quiere decir que hay más muertos que no están ni siquiera reclamados. Entonces la vida humana vale menos que la de un perro», concluye Mujica