Son muchos los casos en que víctimas de abusos sexuales no denuncian. No piden ayuda sicológica o médica. Sus familiares las declaran culpables. Esta situación no solo se pasa en Oriente Medio o Asia, también en comunidades asiáticas del Reino Unido.
«Aquella noche había probablemente cinco hombres. Mi ropa fue rasgada, hecha pedazos», confesó Raj a la cadena BBC. Cuando la violaron, Raj era ya una adulta, pero estaba demasiado asustada para confesar lo sucedido a sus seres más íntimos. Pero cuando finalmente recuperó el ánimo y habló con su familia, su reacción le dejó perpleja.
«Me dijeron que me suicidara. Que había deshonrado a la familia. Me dijeron que la culpa fue mía. (…) Todo iba sobre cómo deshacerse de mí», recuerda la mujer. Los activistas de derechos humanos puntualizan que en las comunidades asiáticas del Reino Unido impera la llamada ‘cultura del Honor y Vergüenza’: muchas familias ignoran e incluso obligan a las víctimas de los abusos callar, temiendo el deshonor.
El problema está a nivel nacional, asegura la ONG británica Crasac. «Las mujeres no solo son víctimas de la violencia sexual, sino luego se convierten otra vez en víctimas, cuando la familias y sus comunidades silencian su sufrimiento», comentó Kalwinder Sandhu, de Crasac, a la BBC.
Hoy en día el Reino Unido está viviendo uno de los escándalos sexuales más impactantes. En agosto pasado salió a luz un informe en el que se revelaba que unos 1.400 casos de abusos sexuales contra adolescentes por hombres de origen asiático en la ciudad de Rotherham, en el condado metropolitano de Yorkshire del Sur, no fueron reportados durante 16 años porque el personal temía ser acusado de «racismo».
Entre las víctimas había tanto «blancas como asiáticas», sin embargo, el número de estas últimas en realidad podría ser mucho más alto de lo reportado, según activistas, debido a lo que la mayoría silencia los abusos. «Hablar es difícil para cualquier mujer que fue explotada. Pero es 10, 15 veces más difícil si es una mujer asiática. Todo por la idea cultural de que si una joven es agredida sexualmente, no merece un matrimonio más tarde en la vida», puntualiza el líder de la Juventud Musulmana Británica, Vakas Hussain, según recoge el rotativo ‘The Star’.