Las autoridades israelíes entregaron órdenes de confiscación de tierras por un valor de mil 290 hectáreas a habitantes palestinos en la aldea de Beit Iksa (norte de Jerusalén), según información aportada por los afectados a medios locales y citadas por la agencia EFE.
Las órdenes están firmadas por el responsable militar israelí en Cisjordania, Nitzan Alon, y fueron entregadas por soldados en el puesto de control situado a la entrada de la aldea de Beit Iksa.
Las autoridades exigen en el documento que los ocupantes deben abandonar el terreno antes del 31 de diciembre de 2017. Las tierras serán confiscadas para uso militar y el lunes, un oficial explicará cuáles son los terrenos afectados por la medida.
En la aldea de Beit Iksa (norte de Jerusalén) viven mil 700 personas que en su mayoría son refugiados que perdieron su hogar luego de la ocupación israelí de Cisjordania y Jerusalén Este en 1967.
Gran parte de las tierras han quedado divididas por el muro de separación y sus habitantes no pueden ingresar a ellas ni viajar a Jerusalén.
El alcalde de la localidad, Saada al-Khatib, explicó que la entrega de las órdenes de confiscación coincide con el autorización por parte de Israel para la construcción de 244 nuevas casas en la colonia vecina de Ramot, levantada también en tierras confiscadas y rechazada por la comunidad internacional, así como toda su política colonialista.