Este domingo los catalanes podrán votar en una consulta independentista que, a pesar de no ser oficial y no tener carácter vinculante, estará cargada de tensión ante la incertidumbre de sus posibles repercusiones.
Este domingo, 9 de noviembre, los Mossos d’Esquadra (Policía catalana) custodiarán la votación, aunque oficialmente la Generalitat ha dejado la organización del proceso en manos de voluntarios.
El Gobierno catalán movilizará a casi 7.000 agentes de policía para garantizar el orden público, si bien no tiene previsto asumir la custodia de las urnas a las que 7,5 millones de posibles electores están llamados a votar para definir si están de acuerdo o en contra de la independencia de esta región de España.
Sin embargo, a 24 horas de la cita, que perdió peso político tras su suspensión por el Tribunal Constitucional, pero que continúa siendo crucial para las aspiraciones independentistas de Cataluña, todas las miradas están puestas en una eventual orden por parte de la Fiscalía a la policía catalana para que retire las urnas.
Esto podría suceder ya que el presidente catalán, Artur Mas, principal impulsor y artífice de la consulta, podría caer en el delito de prevaricato al incumplir con la suspensión de la consulta dictada el pasado martes por el Tribunal Constitucional ante la impugnación presentada por el Ejecutivo central de Mariano Rajoy.