Cerca de 13 millones de chilenos están habilitados para votar en las próximas elecciones presidenciales y parlamentarias que se celebrarán el domingo 17 de noviembre, y cuya principal incógnita radica en la capacidad de la ex presidenta socialista Michelle Bachelet para imponerse en primera vuelta a los otros ocho candidatos que aspiran a llegar a La Moneda y liderar el país sudamericano durante los siguientes cuatro años.
La ex secretaria ejecutiva de ONU Mujeres se radicó en Nueva York entre septiembre de 2010 y marzo pasado, cuando regresó a Chile para asumir una nueva candidatura presidencial.
Médico, experta en asuntos de Defensa, de 62 años, separada y madre de tres hijos, Bachelet corre con ventaja amplia esta carrera. En junio logró un triunfo aplastante en las primarias del centroizquierda con el 73,11% de los votos, lo que la dejó en una inmejorable posición para las elecciones generales. De acuerdo con las últimas encuestas, dada a conocer a fines de octubre, la exjefa de Estado obtiene un 47% de las preferencias, por lo que parece probable que se convierta en presidenta sin la necesidad de un balotaje, programado para el 15 de diciembre.
La derecha atraviesa un panorama complejo: su candidata, la exministra de Trabajo Evelyn Matthei, obtiene el segundo lugar de las preferencias, pero alcanza apenas el 14%, según el sondeo del Centro de Estudios Públicos (CEP). Este porcentaje no solo ubica a Matthei por debajo de la votación histórica de su conglomerado, que ronda el 40%, sino que le da escasas opciones de alcanzar a la expresidenta Bachelet, que la triplica en nivel de apoyo según las encuestas.
Economista, de 60 años, casada y madre de tres hijos, Matthei milita en la Unión Demócrata Independiente (UDI) y fue elegida después de que Pablo Longueira, el candidato que había ganado en las primarias de la derecha, renunciara en julio a su postulación a causa de una depresión severa.