La primera compañía china de clonación comercial, que se fundó el miércoles y ha logrado ya clonar mastines tibetanos, confía en mejorar el mercado de mascotas del país con más razas de alta calidad.
La empresa conjunta de Boya Life, con sede en la ciudad de Wuxi, en la provincia oriental china de Jiangsu, y Sooam Biotech Research Foundation, de la República de Corea, se ha establecido en la ciudad de Weihai, en la provincia oriental china de Shandong.
El mismo día de su fundación, tres cachorros pura sangre de mastín tibetano clonados por esta empresa nacieron tras ser gestados por una madre a la que se le implantaron los embriones.
Los cachorros fueron clonados a partir de un perro de caza de ocho años de edad llamado Jiama. Este mastín de pelo largo y con aspecto parecido al de un león, nativo de la meseta Qinhai-Tibet, en el suroeste de China, ha ganado varias competiciones de esta raza en el país.
La del mastín tibetano es una de las razas de perro más caras del mundo. Una cría de pedigrí puro se vendió por una cifra récord de 15 millones de yuanes (2,4 millones de dólares) el año pasado.
La clonación es todavía un asunto controvertido. Antes de la creación de la mencionada empresa, la clonación en China estaba limitada a la investigación científica. Un número creciente de compañías ha mostrado su interés en invertir en la tecnología con fines comerciales, como el de la industria de cría de animales.
JINAN, (Xinhua)