Muere de catorce puñaladas

La vida de Manuel de Jesús Pastora Narváez de treinta y cinco años, fue segada al recibir catorce puñaladas de parte de un antisocial que por motivos desconocidos sin mediar palabras la arremetió contra éste, arrebatándole sus últimos suspiros en el sector de la Nicarao.

La única persona que se encontraba con el ahora occiso, en el momento del incidente era su amigo Carlos Acuña, quien afortunadamente no resulto con lesiones. El mismo afirma que el desconocido se tiró sobre Pastora con un cuchillo en mano y después de propinarle catorce estocadas huyo del lugar.

Miembros de la Cruz Roja nicaragüense, hicieron presencia en el lugar con la esperanza de poder salvarlo pero al examinarlo concluyeron que el mismo ya no tenia signos vitales, por lo cual el Instituto de Medicina Legal acudió a trasladar el cuerpo a la morgue para hacer las pruebas pertinentes de la muerte de Pastora, quien deja en la orfandad a cuatro hijos.

Julio César Cruz