Los resultados del referéndum escocés, favorables a los partidarios de seguir integrando el Reino Unido, satisface no solo a las autoridades de Londres, sino también a las de Washington, especialmente al Pentágono, afirma ‘Foreign Policy’.
Cuando Escocia anunció la intención de poner fin a su unión de más de tres siglos con el Reino Unido y estableció la fecha del referéndum, no solo hubo nervios en el Departamento Militar del Reino Unido, sino también el en Pentágono, escribe la revista ‘Foreign Policy’. Y es que, si Escocia se hubiera separado del Reino Unido, EE.UU. habría perdido la estratégica base naval de Clyde (Base Naval de Su Majestad en Clyde, llamada también HMS Neptune), que incluye el punto de atraque Faslane, explica el artículo.
Clyde es una de las tres bases funcionales de la Marina Real británica a las que se desplazan las fuerzas de disuasión nuclear, los submarinos nucleares equipados con misiles atómicos de clase Trident. Además, Clyde alberga un centro de servicio de submarinos nucleares de EE.UU. tipo Ohio, sede de la Marina estadounidense en el Atlántico, así como el centro de comunicación y seguimiento de submarinos, señala la revista.
Actualmente el Reino Unido tiene en servicio cuatro submarinos de la clase Vanguard equipados con misiles balísticos nucleares Trident II D-5 (alquilados por EE.UU.). Los cuatro submarinos tienen su base en Clyde, y uno de ellos se utiliza constantemente en patrullas de combate. Y, si la mayoría de los escoceses hubiera dicho sí a independizarse de Londres, los militares británicos habrían tenido que reubicar los submarinos en otras bases navales.