El ministro de antigüedades de Egipto condujo el martes a un grupo de periodistas al interior de una pirámide de 4.600 años en un intento por desmentir recientes acusaciones de mala administración del sitio.
En una conferencia de prensa en el complejo de la pirámide de Sakara, a unos 30 kilómetros (20 millas) al sur de El Cairo, el ministro Mamdu el-Damaty desmintió las versiones recientes de que la pirámide de Djoser podría venirse abajo. «Todas estas repeticiones de que hay piedras caídas dentro o fuera de la pirámide no son ciertas», afirmó el-Damaty, quien permitió que pequeños grupos de periodistas entraran en la pirámide escalonada para que vieran la cámara interior con andamiaje de acero y madera.
«Ustedes nos acompañaron al interior de la pirámide, la vieron desde adentro», les dijo el ministro. «No está destruida, está segura». Las críticas al proyecto giran en torno a la elección del gobierno de un contratista, la empresa de construcción Shurbagy, que no tiene experiencia con antigüedades. Los críticos señalan un nuevo muro de ladrillos construido sobre la base de la pirámide, que según dicen arriesga dañar la antigua estructura.
El gobierno anunció recientemente una serie de programas para revitalizar el sector del turismo, que cayó casi en 46% después del levantamiento del 2011 que culminó con la destitución del presidente Hosni Mubarak.
SAKARA, Egipto (AP)