El encuentro ministerial trilateral en Bruselas resultó inesperadamente exitoso pues las partes lograron un compromiso, a pesar de las tensiones existentes entre Ucrania, la UE y Rusia, según informó el ministro ruso de Desarrollo Económico, Alexéi Uliukáev.
Según el pacto previsto, el acuerdo de libre comercio entre Ucrania y la UE no cambiará y será ratificado, pero no entrará en vigor hasta el año 2016. Las razones de esta decisión no han sido reveladas, pero el eurocomisario Karel De Gucht comentó que era necesario apoyar de esa manera la estabilización de la economía ucraniana.
El titular de Desarrollo Económico de Rusia, Alexéi Uliukáev, reconoció sin embargo que no esperaba semejante avance de las negociaciones.
Ucrania, cuya economía se encuentra al borde de un abismo, saldrá ganando pues el mercado europeo sigue abierto para sus mercancías, mientras los artículos de Europa pueden conservar los impuestos hasta fines de 2015. La Comisión Europea prevé además prolongar por un año el régimen unilateral de preferencia para todos los artículos producidos en Ucrania.
A su vez, Rusia no impondrá medidas proteccionistas contra las mercancías del país vecino antes que finalice ese plazo.
«Hemos encontrado la solución para seguir trabajando dentro de la zona de libre comercio del CIS y combinar ambas posturas», señaló el ministro de Exteriores de Ucrania, Pavel Klimkin, refiriéndose a la voluntad de Ucrania de asociarse a la UE.
Anteriormente, antes del inicio de las negociaciones, el titular ruso advirtió que de no llegarse a un acuerdo Moscú impondría nuevos aranceles a las mercancías ucranianas y privaría al país vecino de los beneficios con que cuentan en el mercado los productores de los estados miembros de CIS.
Al final del encuentro Ulikáev no pudo ocultar su alegría de que las partes «reconocieran que se necesitaba tiempo para resolver las cuestiones que había indicado la delegación rusa», y constató que el proceso de regulación ocupará unos 15 meses.
La parte rusa muestra su preocupación ante la asociación entre Ucrania y la UE por cinco cuestiones fundamentales: la liberación de las tarifas arancelarias, la regulación técnica, las medidas veterinarias y fitosanitarias, la administración aduanera y la energética.
El actual Gobierno de Ucrania asumió el poder gracias a la ola de protesta que causó la negativa del presidente anterior de Ucrania, Víktor Yanukóvich, de firmar el acuerdo de asociación con la UE en noviembre de 2013.
La nueva administración del país en todo momento resaltó su afiliación a la integración en la familia europea, y en junio de este año el recién electo presidente, Petró Poroshenko, finalmente firmó dicho acuerdo, que será ratificado por los parlamentos de Ucrania y de la UE a mediados de septiembre.