Joven de 16 años, le daba gracias a Dios por darle otro oportunidad de vivir, pues se salvó de morir electrocutado al quedar pegado de un alambre energizado en una de las calles del barrio Santa Ana Sur.
Según testigos, el joven tropezó y se vio obligado a agarrarse del alambre, sin pensar que estaba con energía eléctrica quedando electrocutado.
Su mamá al querer salvarlo, también fue electrocutada, hasta que un buen samaritano logró patear el alambre aventando al joven ya casi desmayado.
Benedicto Balmaceda