Las familias de los rusos fallecidos en los atentados a las Torres Gemelas en Nueva York se unieron trece años después para honrar la memoria de sus parientes.
«Siento un dolor insoportable por las muertes en vano. No se sacaron las conclusiones, la tragedia podría repetirse», dijo durante la ceremonia en Brooklyn Felix Ksido, que perdió en los ataques a su mujer.
El acto tuvo lugar cerca del monumento conmemorativo que los familiares de las víctimas instalaron en 2005.
Román Gertsberg, el padre de la fallecida Marina Gertsberg, subrayó que aquellos trágicos acontecimientos cambiaron para siempre la vida de los estadounidenses.
Por su parte, Valeriy Savinkin, presidente del grupo «Las familias del 11-S» (September 11 Family Group), cuyo hijo también murió en los ataques, relató a Nóvosti que la idea de instalar el monumento nació después de que se supiera que alrededor de 100 rusohablantes fallecieron en aquellos atentados. Por el momento en la tabla del memorial están inscritos los nombres de 18 de ellos.
