Han pasado 13 años desde los atentados contra el Centro Mundial del Comercio (WTC en inglés) de Nueva York en el que murieron 2,843 personas. A la fecha todavía hay quienes cuestionan la versión oficial. Phillip Marshall, un expiloto de la CIA y la DEA y autor de dos libros sobre la conspiración interna que permitió la tragedia fue encontrado sin vida, junto a sus hijos y su perro, en su casa el año pasado.
Hace 13 años, el 11 septiembre de 2001, el Centro Mundial del Comercio de la ciudad de Nueva York, uno de los núcleos financieros más importantes del mundo, fue atacado por militantes de la organización Al Qaeda, para ese entonces liderada por Osama Bin Laden, un antiguo socio de Washington, armado y entrenado por la CIA.
Los sucesos de este día, que mataron a casi 3.000 personas, cambiaron la historia del mundo y desencadenaron la «guerra contra el terrorismo» que EEUU extendió por varios países de Medio Oriente, que aún sufren sus consecuencias.
El relato oficial de lo que sucedió ese día, y lo que cientos de medios se encargaron de replicar, ya lo conocemos.
Pero voces alternativas se han atrevido a cuestionar la versión oficial de lo sucedido aquel 11 de septiembre. La mayoría coinciden en que de ningún modo la primera potencia militar del mundo, pudo haber permitido un ataque semejante, lo que nos deja dos hipótesis posibles:
No fue un «ataque» externo, todo fue «autoatentado» para justificar la guerra.
El Gobierno lo sabía, y lo permitió para justificar sus planes belicistas.?
Proteger a los Bin-Laden
En Fahrenheit 9/11, el documentalista estadounidense Michael Moore afirma que, pese a existir sospechas de que el ataque fue perpetrado por Al-Qaeda, es decir por Osama Bin Laden, y de que existía una orden de no permitir vuelos sobre territorio estadounidense, 24 miembros de su familia fueron evacuados vía aérea.
«En los días posteriores al 11 de septiembre todos los vuelos comerciales y privados fueron retenidos en tierra (…) en realidad ¿quién querría volar?. Nadie. Excepto los Bin Laden (…) La Casa Blanca aprobó planes para recoger a los Bin Laden y a otros muchos saudíes. Al menos seis aviones privados y casi dos docenas de aviones comerciales sacaron de EEUU a los saudíes y a los Bin Laden después del 13 de septiembre. En total 142 saudíes, incluídos 24 miembros de la familia Bin Laden fueron autorizados a abandonar el país».