Descubren que un virus peligroso necesita pocas horas para infectar un edificio entero

Un experimento de la Universidad de Arizona demostró que un virus apenas necesita unas pocas horas para infectar un edificio entero a través de las superficies más tocadas.

Valiéndose de análogos de virus, los científicos estadounidenses han comprobado cómo la contaminación del pomo de una sola puerta o de la superficie de una mesa puede desencadenar la propagación de una infección por un edificio entero en el transcurso de 4 horas, informa el sitio web oficial de la Conferencia Intercientífica sobre Agentes Antimicrobiales y Quimioterapia (ICAAC, por sus siglas en inglés).

Para el experimento los científicos utilizaron el bacteriófago MS-2, que tiene forma, tamaño y resistencia a los desinfectantes similares al norovirus. Las muestras del virus fueron aplicadas en pomos de puertas y tableros de mesas, las dos superficies más tocadas al comienzo de cada jornada laboral, en un edificio de oficinas y en un hospital.

Tras varios períodos (de 2 a 8 horas) los científicos encontraron muestras del virus en entre 60 y 100 fómites (superficies capaces de fomentar organismos infectantes), en concreto en interruptores, barras de camas, encimeras, botones, asas de cafeteras, grifos, teléfonos y ordenadores.

«Después de transcurridas entre 2 y 4 horas, el 40-60% de los fómites estaban contaminados con el virus», afirma Charles Gerba, científico de la Universidad de Arizona, que presentó los resultados del experimento.

Durante la fase de intervención los empleados y el personal de limpieza recibieron toallitas desinfectantes con compuestos de amonio cuaternario, con la recomendación de utilizarlas al menos una vez al día; después de lo cual el número de fómites con el virus se redujo en un 80%, mientras que la concentración general del virus cayó en un 99%.

«El uso de las toallitas con compuestos de amonio cuaternario, registradas por la Agencia de Protección Ambiental de EE.UU. como un medio eficaz para protegerse de infecciones de norovirus e influenza, junto con la simple higiene de las manos, puede reducir la propagación de enfermedades», comenta Charles Gerba.

«Los resultados demuestran que la contaminación de fómites se propaga rápidamente y que una simple intervención puede ayudar a prevenir el contacto con las bacterias», concluye el experto.