El cadáver de una mujer apareció incrustado en el sótano de su casa en Königswinter (oeste de Alemania), cinco años después de ser asesinada por su marido.
El hombre, de 52 años, confesó haber estrangulado a su mujer en febrero de 2008 en medio de una pelea conyugal.
En 2012, la hija de la mujer reportó a su madre como desaparecida ante la policía y sólo entonces se inició la búsqueda.
Los esfuerzos de la policía terminaron llevando al hallazgo, justo en la casa donde la pareja había vivido hasta la pelea que condujo al asesinato de la mujer.
Entre tanto, el hombre había vuelto a casarse y vivía con su nueva pareja.
Agencias