La presidenta brasileña y candidata a la reelección, Dilma Rousseff, afirmó que algunas propuestas de su principal rival, la aspirante del socialismo Marina Silva, suponen una amenaza para la industria nacional y, por tanto, para el empleo.
La presidenta de Brasil y candidata a la reelección, Dilma Rousseff, criticó el domingo a su principal rival en los comicios presidenciales del 5 de octubre, la candidata Marina Silva.
Para Rousseff, «No fui elegida para desemplear o para reducir la importancia de la industria», dijo Rousseff ante la prensa al comentar el programa de Gobierno que presentó Silva el viernes y que aplicará si resulta vencedora en la contienda electoral.
Para la actual mandataria y aspirante a un nuevo mandato, un posible fin de esos incentivos afectaría «tanto los actuales niveles de empleo como la creación de nuevas plazas, y también a la propia industria nacional».
Al respecto, la mandataria agregó que desde que asumió el poder se han creado en el país amazónico cinco millones de nuevos empleos, que se sumaron a los 15 millones generados durante la gestión de su antecesor, Luiz Inácio Lula da Silva.
«Mi propuesta como candidata es seguir creando empleos y asegurar que sean cada vez más calificados», destacó Rousseff.