Los médicos que trataban a un destacado colega de Sierra Leone enfermo de ébola pensaron en darle una medicina experimental, pero no lo hicieron por temor a que provocara una reacción inmunológica, dijo Médicos Sin Fronteras el miércoles.
Esto trascendió el mismo día que otro médico sierraleonés murió de la enfermedad, lo que alentó el debate sobre la distribución de existencias limitadas de medicinas y vacunas no probadas.
Modupeh Cole era uno de los médicos principales que trabajaban en la sala de aislamiento de ébola del Hospital Connaught en Freetown, la capital.
El ébola ha matado a más de 1.000 personas e infectado a casi 2.000 en el actual brote en África occidental que afecta también a Guinea, Liberia y Nigeria. Muchos de los muertos son trabajadores de salud que carecen de provisiones y protección adecuadas.
Cuando se estudiaba la posibilidad de intentar el tratamiento experimental con el doctor Sheik Humarr Khan, su sistema inmunológico estaba produciendo los anticuerpos que tal vez le permitirían sobrevivir, dijo MSF en un comunicado el miércoles.
La medicina no ha sido ensayada con seres humanos y no está claro si es eficaz o incluso dañina. Los pacientes estadounidenses están mejorando aunque no se sabe qué función cumplió el ZMapp, pero el español, un sacerdote misionero, murió el martes.
Las últimas dosis conocidas de ZMapp llegarán en las próximas horas a Liberia, donde el gobierno dijo que las suministrarán a dos médicos.
Sin embargo, el debate continúa. Canadá ha prometido donar entre 800 y 1.000 dosis de su vacuna no probada a la Organización Mundial de la Salud y ya se multiplican los interrogantes sobre quién la recibirá y cómo determinarán su eficacia los científicos.
LONDRES (AP)