La violencia volvió a desatarse en el área de St. Louis cerca del lugar donde un oficial mató a tiros a un adolescente negro desarmado, dijo la policía local, pese a llamados del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y de activistas a una respuesta mesurada.
El miércoles por la mañana, un policía disparó e hirió de gravedad a un hombre que sacó una pistola cerca del lugar donde tenía lugar una protesta por la muerte de Michael Brown, de 18 años, afirmó un funcionario del departamento de policía del condado de St. Louis.
La policía respondió una hora después de la medianoche a reportes de cuatro o cinco individuos con escopetas y máscaras de esquí. Al llegar al lugar, encontraron a varios hombres corriendo, uno de los cuales apuntó un arma a un agente, que respondió con un disparo. El herido fue llevado a un hospital local.
Poco después de la medianoche, la policía disparó gas lacrimógeno a manifestantes que confrontaron a un contingente policial después de que una multitud mayor se dispersara, dijo el portavoz del departamento de policía del condado de St. Louis, Brian Schellman.
Los incidentes tuvieron lugar tras dos noches de protestas violentas, saqueos y arrestos en Ferguson, el suburbio de St. Louis de mayoría afroamericana donde tuvo lugar el tiroteo a Brown.
Obama prometió una completa investigación del Departamento de Justicia sobre la muerte del adolescente.
Los activistas exigían que las autoridades divulgaran el nombre del agente que disparó a Brown. La policía dijo que lo haría el martes, pero cambió de planes, citando temores a una represalia, según informes de medios.
También el miércoles, una mujer fue baleada en la cabeza en un tiroteo desde un automóvil en movimiento a pocas cuadras del área donde tuvo lugar el incidente con Brown.
FERGUSON EEUU (Reuters)