Pese a casi no tener vuelos directos con destino a África ni ningún contagiado con el virus del ébola, varios países de América del Sur han empezado a tomar medidas para detectar el arribo de la epidemia aumentando controles en aeropuertos, puertos y lugares terrestres.
También activaron alertas en sus laboratorios para detectar la enfermedad. En Lima, el gobierno peruano presentó el martes un laboratorio de bioseguridad que diagnosticará a personas con síntomas de la enfermedad en 24 horas, informó el biólogo Ernesto Bustamante, jefe del Instituto Nacional de Salud.
El laboratorio cuenta con tecnología que impide que el virus se propague al hacer los exámenes pues tiene «un nivel presión atmosférica negativa, es decir si se abriesen las puertas, el aire podría ingresar de afuera hacia adentro, pero no de adentro hacia afuera», agregó Bustamante.
En Bolivia, un país de tránsito de ciudadanos africanos que se dirigen hacia Brasil y Argentina, se declaró el martes el alerta sanitario y reforzó los controles médicos en aeropuertos y pasos fronterizos. El Ministro de Salud, Juan Carlos Calvimontes, dijo que el alerta busca «reforzar los anillos de seguridad». Más médicos han sido instalados en las zonas de ingreso de personas del exterior para ofrecer servicios sanitarios y de vigilancia, dijo el jefe de Epidemiología, Rodolfo Rocabado.
Panamá, uno de los puntos aeroportuarios con mayor movimiento de personas en América Central, activó equipos de respuesta rápida local y regional en sus aeropuertos, puertos y puntos de ingreso, ante cualquier sospecha de contagio. El ministerio de Salud panameño dijo en la víspera que verificará que se cumplan los protocolos establecidos en los puntos de entrada al país y que incluyen fijar lugares de aislamiento (cuarentena) en embarcaciones que tengan enfermos, definir rutas críticas de manejo y traslado de viajeros con sospecha de afectación con el virus del ébola a los hospitales de referencia.
Desde el jueves Argentina tomó medidas al respecto y el Ministerio de Salud informó que ante el eventual arribo de sospechosos serán trasladados al Hospital de Alta Complejidad ‘Néstor Carlos Kirchner’, ubicado a 25 kilómetros al sur de la capital, o al Hospital de Pediatría ‘Juan P. Garrahan’, de Buenos Aires. El país cuenta con un registro de los barcos mercantes extranjeros que visitarán el país y el estudio de los casos, si se presentan, serán analizados en el laboratorio nacional Carlos Malbrán.
Las autoridades de la provincia de Buenos Aires, que reúne un tercio de la población de Argentina, informaron que seis de sus hospitales están preparados para recibir a posibles infectados. En Paraguay autoridades ordenaron el martes que los africanos que ingresen al país sólo lo hagan por el aeropuerto capitalino de Asunción y no por puestos fronterizos con Argentina, Bolivia y Brasil. Entre enero y junio pasado ingresaron 280 angoleños, vía Brasil, para realizar estudios de postgrado en universidades de Asunción aunque el ministerio de Salud informó que al momento no se registró ni un sólo caso de enfermedad.
En Uruguay, entre tanto, le han dicho a sus soldados que están en misiones de paz en África, que eviten cualquier contacto con los países afectada por la epidemia, así como una serie de medidas precautorias, como la manera de vestir y detalles sobre el contacto con los cadáveres para evitar contagios. Los soldados están en su mayoría en Congo, pero también hay tres en Sierra Leona, uno de los focos de la epidemia.
Ecuador puso en marcha las recomendaciones internacionales de vigilancia en establecimientos de salud, aeropuertos y otros puntos de entrada al país, así como eventuales pruebas en el laboratorio del Instituto Nacional de Salud Pública e Investigación para detectar casos sospechosos.
En Venezuela el ministro de Salud, Francisco Armada, anunció el martes en una radio estatal que el país elevó una alerta sanitaria y aunque desde el territorio venezolano no hay vuelos regulares hasta esos países africanos se acordó suspender los viajes a esas zonas. La Organización Mundial de la Salud decretó una emergencia sanitaria mundial e instó a los países a tomar previsiones para evitar la expansión del ébola.
Perú, (AP)