El excontratista de la NSA, Edward Snowden, se siente feliz en Rusia llevando una vida abierta sin ninguna «vigilancia opresiva», revela en una entrevista.
«Creo que hay gente que está esperando verme triste. Y van a seguir decepcionados. No vivo totalmente oculto. Llevo una vida bastante abierta», dijo Snowden en una entrevista concedida a ‘The Guardian’, cuando le preguntaron sobre el año que ha pasado en Rusia. Snowden dijo que regresaría a EE.UU. si existiera tan solo una posibilidad de tener un juicio justo, pero mientras tanto reconoce que se siente bien en Rusia.
Snowden dice que últimamente ha trabajado mucho, que no ha comido bien y que mantenía un horario raro, por lo que, probablemente, «estoy a 3 pasos de la muerte», bromea. Aunque no precisó en qué tipo de trabajo está ocupado, sí dio a entender que no tiene nada que ver con la comunidad de inteligencia rusa, volviendo a hacer hincapié en que nunca trajo consigo ni una solo pieza de material clasificado a Rusia.
«Si el Gobierno [de EE.UU.] tuviera el más mínimo indicio, la más pequeña pizca de evidencia de que trabajara para el Gobierno ruso… estaría en la página principal del ‘New York Times’ en la hora de la comida», dijo Snowden.
El exempleado de los servicios de inteligencia estadounidenses considera razonable que una persona como él se encuentre sometido a algún tipo de vigilancia, aunque reconoce que nunca se sintió seguido «de forma opresiva y activa».
Snowden tuvo la suerte de conseguir asilo temporal en Rusia, en realidad ‘gracias’ al Departamento de Estado de EE.UU. que lo persiguió allí. Sin embargo, el haber acabado en una situación así es «pura casualidad», admite él.
