Fuertes lluvias arrasaban grandes zonas de Japón el jueves, elevando el nivel de ríos y generando deslaves, en momentos en que una tormenta que se debilitaba pero aún era peligrosa tocaba tierra y se dirigía al este dejando hasta el momento un total de tres muertos.
Neoguri, que inicialmente esta semana amenazó el territorio nipón como un supertifón, se había debilitado a tormenta tropical al tocar tierra en la isla occidental de Kyushu. No obstante, aún generaba fuertes ráfagas de vientos de hasta 78 kilómetros por hora (kph).
Un desmoronamiento generó la caída de lodo y roca desde la ladera de una montaña en la localidad de Nagiso, en el centro de Japón, el miércoles, provocando la muerte de un niño de 12 años y elevando a tres la cifra de muertos por la tormenta.Unas 50 personas resultaron heridas, muchas de ellas por caídas.
Neoguri se ubicaba 70 kilómetros al noreste de la ciudad de Miyazaki a la 0100 GMT y avanzaba hacia el este a 30 kph, con vientos sostenidos de 90 kph.Si bien entre dos y cuatro tifones azotan Japón cada año, una tormenta con esta fuerza es inusual en julio.
TOKIO (Reuters)