Los análisis de ADN confirmaron que la pareja búlgara compuesta por los gitanos Sasha Ruseva y Atanas Rusev, son los padres biológicos de la niña rubia que estaba siendo criada por otra familia gitana en Grecia.
Ruseva, declaró que la niña nació en Grecia y que ella y su esposo la entregaron a la familia para la que trabajaban en el país mediterráneo.
La madre, que fue interrogada ayer dentro de una investigación por un posible delito de venta de bebés, aseguró que regalaron a la niña porque no tenían dinero para sacarle los documentos necesarios para poder viajar.
Los padres alegaron que la piel clara y el pelo rubio de la niña y de otros hijos del matrimonio Rusev son herencia de una abuela, ya fallecida, que era albina y tenía los ojos azules.
Agencias