Las lluvias y tormentas eléctricas persisten en Paraguay como fue pronosticado por la dirección de Meteorología manteniendo en alerta la mayor parte del territorio, azotado por las inundaciones.
Más de 200 mil personas han quedado damnificadas tras la subida del nivel en el cauce del río Paraguay.
La alerta meteorológica dictada para este domingo se hará extensiva a los próximos días para la capital, Asunción y los departamentos de Central, Cordillera, Paraguarí, sur de Presidente Hayes, Ñeembucú, Guairá, sur de Itapúa, Misiones y sur de Caazapá.
Según los pronósticos, se intensifican los núcleos de tormentas y no se descartan ráfagas de viento moderadas a fuertes y la ocasional caída de granizo, a la vez que se registran bajas temperaturas propias del entrante invierno paraguayo.
En realidad, se trata de malas noticias para las decenas de miles de evacuados por las inundaciones que sin contar con residencias de familiares a las cuales acudir se amontonan en repletos y hasta insalubres refugios o sencillamente están viviendo en carpas o en calles de la zona alta de Asunción.
La tragedia ha sobrepasado la capacidad de respuesta oficial y se han incrementado las protestas de quienes plantean no recibir suficiente ayuda, algo que llegó hasta las puertas de la residencia presidencial con algunos incidentes entre damnificados y quienes la resguardan.
Entre los más afectados por el desastre se encuentran las poblaciones indígenas, parte de ellas aisladas por las aguas, y de las cuales se encuentran en Asunción centenares de sus integrantes pernoctando generalmente al aire libre hace varias semanas.
Cerca de 25 mil indígenas tuvieron que abandonar sus asentamientos en todo el país acudiendo en demanda de alimentos y apoyo a zonas urbanas en distintos departamentos.