La expulsión del militar chino más poderoso del gobernante Partido Comunista representa un importante golpe político al todopoderoso gremio militar de China.
Durante una década, el general Xu Caihou fue el uniformado más poderoso en China, siendo el vicepresidente de la Comisión Militar Central (CMC) a cargo de los asuntos políticos.
Desde ese cargo entre 2002 y 2012 ejerció un enorme poder, controlando en última instancia todas las cuestiones militares en China, desde los presupuestos multimillonarios del Ejército Popular, hasta los nombramientos y ascensos de todos los líderes de alto nivel.
El general fue expulsado esta semana del partido por sospechas de corrupción y su caso está siendo investigado por la Fiscalía, según informó el Comité Central de la formación gobernante a través de la agencia oficial Xinhua.
Sin embargo, los analistas del Gobierno de EE.UU. dicen que su expulsión y enjuiciamiento tienen menos que ver con la tan anunciada campaña contra la corrupción del presidente Xi Jinping, y es más un ajuste de cuentas político a la antigua.