La Organización para la Cooperación Islámica (OCI) y la Liga Árabe (LA) lanzaron un llamado conjunto de «alto el fuego» en Siria durante el mes del Ramadán, que comenzó este fin de semana y durante el cual -además- los islamistas somalíes amenazaron con intensificar los ataques en su país.
En Siria, al igual que en otras naciones de religión mayoritaria islámica, comenzó este domingo el sagrado mes del Ramadán del año lunar 1435 de la Hégira, con la particularidad de celebrarse una vez mas en medio de la guerra.
De acuerdo con los principios del Islam, durante 30 días los fieles deben abstenerse de comer, beber, fumar o mantener relaciones sexuales desde el amanecer hasta la puesta del sol.
Para los musulmanes, el Ramadán va mucho más allá de las mediáticas abstinencias diurnas, pues debe ser, esencialmente, «un periodo de recogimiento y meditación», en el que el componente espiritual tiene la mayor importancia.
Los enfrentamientos y conflictos internos en Siria le otorgan a esta celebración religiosa características particulares. Por ejemplo, portavoces del Ejército sirio adelantaron que «de ninguna manera detendrán sus operaciones antiterroristas contra los irregulares armados».
Por su parte, en Somalia, los islamistas amenazaron con intensificar sus ataques y atentados en Mogadiscio, capital somalí, durante el Ramadán.
En un mensaje televisado con motivo del Ramadán, el presidente somalí, Hasa Sheij Mohamud, aseguró que su Gobierno ha tomado todas las medidas para enfrentar la amenaza de los «shebab» durante este mes sagrado.