José Mario Vaz fue juramentado el lunes como presidente de Guinea-Bissau para un mandato de cinco años, en una ceremonia a la que asistieron 10 jefes de Estado del continente.
Tras recibir la banda presidencial en el estadio 23 de septiembre, ubicado en la capital de Guinea-Bissau, el nuevo presidente de ese país prometió combatir «con tolerancia cero a la corrupción para moralizar el aparato del Estado y estimular la economía».
Investido ante el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Paulo Sanha, el mandatario aseguró que respetará la Constitución y puntualizó que la unidad nacional y la paz son esenciales para la profundización de la democracia.
Con la proclamación de Vaz, economista de profesión, este país africano espera volver a la normalidad constitucional, luego de que un golpe de Estado en 2012 derrocara el gobierno del primer ministro Carlos Gomes Junior.
La Comisión Nacional Electoral (CNE) confirmó que el Partido Africano para la Independencia de Guinea y Cabo Verde (Paigc) ganó los comicios legislativos del 13 de abril pasado, con mayoría absoluta y ocupa 57 de los 102 asientos de la Asamblea Nacional.
En Guinea-Bissau se aplazaron las elecciones en tres ocasiones desde que fueron convocadas el 24 de noviembre de 2013, hasta que fueron celebradas en abril de 2014, con la participación de más de 80 por ciento de la población.