Dan 26 años de cárcel a esposo de iraquí asesinada

Un juez de California sentenció el lunes a un inmigrante iraquí a 26 años de cárcel por matar a golpes a su esposa, un ataque que inicialmente generó condenas internacionales debido a que las autoridades creyeron que era un crimen de intolerancia.

Kassim Alhimidi, de 50 años, entró al tribunal maniatado y rodeado de policías debido a sus continuos exabruptos que interrumpieron reiteradamente su proceso en la Corte Superior de San Diego. El lunes gritó en inglés «Juro que soy inocente», y después gritó en árabe hacia su hijo, antes que el juez ordenara que fuera sacado brevemente de la sala.

Cuando Alhimidi regresó minutos después, lanzó besos a su hijo Mohamed, de 17 años, y luego sollozó cuando el adolescente dijo a la corte: «Simplemente he perdido a mis dos padres». La hija mayor de la pareja, Fátima, halló en 2012 a Shaima Alawadi, de 32 años, en un charco de sangre en la cocina de su casa en El Cajón, un suburbio donde se asienta la segunda comunidad iraquí más grande de Estados Unidos.

Murió en un hospital dos días después con múltiples fracturas en el cráneo. Los investigadores creyeron inicialmente que el asesinato había sido provocado por intolerancia debido a una nota hallada cerca de la mujer, madre de cinco, que vestía una hijab.Decía:»Este es mi país, regresa al tuyo, terrorista».

La víctima y su familia musulmana chií dejaron Irak a principios de la década de 1990 después de un fallido levantamiento chií, y vivieron en un campamente de refugiados de Arabia Saudí antes de venir a Estados Unidos. El asesinato fue condenado por líderes de la comunidad musulmana en Estados Unidos e Irak antes que pruebas de laboratorio determinaran que la nota era una fotocopia de otra hallada previamente afuera de la casa, lo que indicaba que había sido plantada.

Los fiscales dijeron que Alhimidi mintió a la policía sobre el estado de su matrimonio y ocultó el hecho de que su esposa quería divorciarse y mudarse a Texas. Un familiar de su esposa también lo escuchó disculparse con su esposa cuando yacía en el hospital, de acuerdo con la fiscalía. Los abogados defensores dijeron que no había evidencia forense contra Alhimidi y que él amaba a su esposa y no era un hombre violento. Después de ser sentenciado Alhimidi gritó que prefería ser condenado a muerte y donar sus órganos.

EL CAJON, California, EE.UU. (AP)