La nueva ronda de negociaciones sobre el suministro de gas ruso a Ucrania ha concluido otra vez sin resultados.
El jefe de la compañía energética rusa Gazprom abandonó el encuentro sin ofrecer comentarios. El diálogo se reanudará este domingo.
José Luis Carretero Miramar, miembro del Instituto de Ciencias Económicas y de la Autogestión, opina que Bruselas ha abandonado a Kiev y que, sin la ayuda de la UE, Ucrania no podrá hacer frente a su deuda.
«El problema fundamental es que la UE, que al fin y al cabo era quien había animado a diferentes sectores del ‘establishment’ ucraniano a tomar este tipo de decisiones, al final no responde a las necesidades de ese ‘establiment’ y lo abandona. Por lo tanto, no pueden pagar el gas como esperaban hacerlo con la ayuda de los recursos de la UE, las potencias y, sobre todo, los intereses de la más agresiva de las grandes potencias que es EE.UU.», comentó.
Según el experto, EE.UU. utiliza a la UE como una especie de segundón que «le sigue los pasos sin discutir para nada su política aunque vaya en su contra».
Las rondas anteriores de las negociaciones fracasaron, pese a las múltiples concesiones de Moscú a Kiev, incluyendo descuentos y una prórroga para pasar a Ucrania al sistema de prepago.
Sin embargo, la parte ucraniana sigue obstaculizando la firma de un acuerdo, presentando cada vez nuevas reivindicaciones.
Entre ellas, reducir el precio de gas hasta 268 dólares por cada mil metros cúbicos, lo que supone casi la mitad que el precio establecido para sus países vecinos.
Kiev actualmente adeuda a Moscú 1.900 millones de dólares por gas ya suministrado. En caso de que no salde este monto antes del 16 de junio de 2014, Gazprom finalmente pasará a Ucrania al sistema de prepago.
Esta situación toca directamente a la UE, dado que Rusia es el mayor proveedor de gas de Europa, y la mitad del suministro pasa por Ucrania antes de llegar a los países de la unión.