El gobierno del presidente Barack Obama ha estado aconsejando discretamente a departamentos locales de policía para que no revelen detalles sobre la tecnología de vigilancia que están utilizando para recoger datos básicos de telefonía celular en barrios completos, se enteró The Associated Press.
Citando razones de seguridad, Estados Unidos ha intervenido en casos de rutina sobre registros públicos estatales y en juicios penales relacionados al uso de la tecnología. Esto ha dado como resultado que departamentos de policía retengan materiales o que haya documentos muy censurados en las pocas ocasiones en que revelan algo sobre la compra o utilización de tales equipos de vigilancia.
El involucramiento federal en registros locales públicos es inusual. Está ocurriendo en un momento en que Obama ha dicho que acoge un debate sobre la vigilancia del gobierno y que pidió más transparencia respecto al espionaje, luego de las revelaciones sobre los programas secretos de vigilancia por parte de la Agencia de Seguridad Nacional.
Uno de estos equipos de vigilancia es conocido como Stingray, una manera innovadora con la cual las agencias judiciales rastrean teléfonos celulares usados por sospechosos para recabar evidencia. El equipo engaña a los aparatos telefónicos para que envíe información de identificación de la cuenta de los propietarios y transmitan información a la policía como si fuera una torre de la compañía telefónica.
Eso permite a la policía obtener información de teléfono celular sin tener que pedir ayuda a los proveedores del servicio, como Verizon o AT&T, y pueden localizar un teléfono sin necesidad de que el usuario realice una llamada o envíe un mensaje de texto. Pero, sin más detalles sobre cómo funciona la tecnología y bajo qué circunstancias es utilizada, no es claro si ésta pudiera violar los derechos constitucionales de una persona o si es una buena inversión con dinero de los contribuyentes.
Entrevistas, registros de cortes y solicitudes de registros públicos muestran que el gobierno de Obama está pidiendo a agencias que no proporcionen información general respecto al equipo, como por ejemplo de qué manera es utilizada la tecnología y cómo encenderla.
«Estos esfuerzos extremadamente secretos están relacionados con muy controversiales prácticas de vigilancia de gobiernos locales que utilizan tecnología altamente invasiva», dijo Nathan Freed Wessler, un abogado de la Unión Americana de Libertades Civiles, la cual ha luchado para que se revelen este tipo de registros.
«Si la participación pública significa algo, la gente debería tener los hechos respecto a lo que está haciendo el gobierno con ellos», agregó Agencias locales de policía han negado acceso a los registros sobre su equipo de vigilancia citando leyes estatales sobre registros públicos.
WASHINGTON (AP)