Dignatarios y visitantes acudieron el jueves a las playas, cementerios y aldeas del sur de Francia para participar en las ceremonias del 70mo aniversario del Día D, la invasión de Normandía que marcó el principio del fin de la Segunda Guerra Mundial.
El presidente estadounidense Barack Obama, la reina Isabel II de Inglaterra y otros líderes honrarán a los más de 150.000 soldados estadounidenses, británicos, canadienses y de otros países que perdieron su vida ese día en la última ofensiva para derrotar a los nazis.
Para muchos visitantes, el Cementerio de Combatientes de Estados Unidos en Normandía, con sus 9.387 lápidas de mármol blanco, es el epicentro emotivo del peregrinaje. Clair Martin, quien hoy tiene 93 años y era un joven soldado que participó en la invasión, dijo que ha estado en Normandía tres veces, «pero cuatro si contamos aquella vez en que disparaban».
«Hay que agradecer a Dios que sobreviví, que nunca más hubo otra guerra mundial», expresó Martin, de San Diego. Todo tipo de ceremonias, algunas grandes y otras pequeñas, tendrán lugar como antesala de la cumbre el viernes en Ouistreham, un pequeño pueblo que fue escenario de una importante batalla.
A pesar de que Rusia ha sido excluida de la cumbre del G-7, el presidente francés Francois Hollande invitó al líder ruso Vladimir Putin a las ceremonias, lo que es visto como un reconocimiento del papel que desempeñó la Unión Soviética en la derrota de los nazis, aunque algunos lo han criticado debido a las tensiones con Rusia por la situación en Ucrania.
Esta podría ser la última vez que asisten a la ceremonia los veteranos del histórico día, pues la mayoría de ellos ya han fallecido o ya son mayores de 90 años.
Muchos visitantes, de todas las edades, profesiones y lugares de origen, visitaban las tumbas en horas de la mañana y hacían una pausa frente a cada lápida para rendir honor a los que hicieron el máximo sacrificio para derrotar a Hitler.
COLLEVILLE-SUR-MER, Francia (AP)