Los taxis de Milán están parados desde hace cinco días en protesta por Uber, un app para solicitar transporte particular a manera de un taxi, el más reciente avance tecnológico europeo contra los viejos modelos empresariales.
Uber, una empresa de creación reciente con sede en San Francisco, California, ha sido prohibida en Bruselas y está siendo investigada por la justicia en Berlín. Representantes de los 5.000 taxistas milaneses pedirán una medida similar en su reunión con el ministro italiano del Transporte, prevista para el miércoles más tarde.
Alfonso Faccioli, uno de los líderes de la protesta convocada con prescindencia del sindicato, dijo que Uber le hace competencia desleal a los conductores de taxi que deben pagar al menos 160.000 euros (220.000 dólares) por una licencia. Los conductores «peleamos por nuestra fuente de trabajo», afirmó.
La vicepresidenta de la Comisión Europea no coincide. Neelie Kroes ha dicho con indignación que el fallo de la corte de Bruselas, que prohíbe a Uber e impone multas de 10.000 euros, protege a un «cartel».
MILÁN (AP)