Bastó que cayera poco o más de 100 milímetros de agua para que las calles de los barrios costeros de Managua quedaran inundados, a tal punto que el ingreso a pie era imposible.
En el barrio Hugo Chávez los pobladores salieron bajo la lluvia y con ayuda de escobas alejaban el agua que amenazaba con ingresar a sus casas. Los niños inocentemente jugaban bajo las corrientes y bajo la fuerte lluvia poniendo en riesgo su vida, sin la menor tutela de sus padres, descuido que pudiese ocasionar una tragedia.
Esta lluvia es propia de la época de invierno, así lo confirmo Salvadora Martínez meteoróloga de turno en INETER.