Al menos 5.000 universitarios, muchos de ellos vestidos de blanco y portando flores del mismo color, marcharon este miércoles en la mexicana ciudad de Cuernavaca (centro) para repudiar el violento asesinato que sufrió uno de sus catedráticos y exigir justicia, constató la AFP.
Es un «momento doloroso por la manera tan artera y cobarde como terminó su vida», dijo Arturo Ornelas Lizarsi, uno de los mejores amigos del fallecido profesor Alejandro Chao Baronaes, durante la marcha que se extendió por más de cuatro kilómetros. Chao fue asesinado a golpes en la cabeza con una piedra el lunes en su casa junto con su esposa, según versiones oficiales.
«Se han recabado pruebas e indicios suficientes, lo que ha permitido con prontitud establecer el robo como móvil de estos actos», detalló este miércoles el gobierno de Morelos, al que pertenece Cuernavaca. Las autoridades anunciaron además el arresto de los presuntos autores de los crímenes: tres exempleados domésticos del profesor, de entre 16 y 22 años de edad y emparentados entre sí, a quienes «se les encontraron pertenencias de las víctimas y cuya motivación fue el despido de uno» de ellos.
Pero el rector de la Universidad Autónoma de Morelos (de unos 25.000 alumnos), donde Chao impartía varias cátedras de Psicología y dirigía la escuela de Trabajo Social, expresó sus dudas sobre el móvil del asesinato y exigió a las autoridades «investigar» aún más. El «esquema gubernamental caduco ha generado un clima de descomposición en Morelos», provocando el surgimiento de sujetos como los que asesinaron a Chao y su mujer, dijo por su parte el director de la Facultad de Psicología, Enrique Álvarez, mientras estudiantes de esa institución rendían homenaje a su asesinado profesor.
«Chao seguirá siendo mi gurú», exclamó uno de sus alumnos, que junto con sus colegas manifestantes llevaron a la plaza principal de Cuernavaca una camioneta llena de piedras, asemejando el arma homicida del profesor, para colocarlas en una ofrenda permanente a las víctimas de la violencia y el crimen. Esa ofrenda permanente se erigió hace tres años tras el asesinato del hijo del poeta Javier Sicilia, fundador del Movimiento por la Paz y la Justicia, que se ha convertido en motor de multitudinarias caravanas en México y Estados Unidos que reúnen a diversos colectivos de víctimas del crimen.
Morelos, un pequeño estado colindante con Ciudad de México, es constante escenario de secuestros y asesinatos por parte de bandas criminales. Según cifras oficiales, 597 homicidios fueron perpetrados en 2013 en ese estado.
CUERNAVACA, (AFP)