En China han hallado una momia con más de 300 años de antigüedad en perfecto estado de conservación que en apenas una horas cambió de color y se volvió negra.
El cuerpo fue descubierto a dos metros de profundidad, en el lugar donde se llevan a cabo las obras de construcción del metro en Xiangcheng, en la provincia de Henan.
Cuando abrieron el ataúd que contenía la momia su cara estaba en perfecto estado de conservación, aseguraron testigos presenciales. Sin embargo, en cuestión de horas, su piel ennegreció por completo y su cuerpo comenzó a desprender un olor fétido.
Algunos expertos han señalado que el ataúd que contenía el cuerpo podría haber sido tratado con carbón vegetal, algo común en aquella época y que habría impedido que las bacterias penetraran en el interior del habitáculo.
Según los arqueólogos, su vestimenta indica que el difunto fue posiblemente un alto funcionario de la dinastía Qing, cuyo reinado en China se prolongó desde 1644 hasta 1912. Tras su descubrimiento, el cuerpo fue trasladado a la Universidad de Xiangcheng para ser estudiado por especialistas.
Agencias.