El papa condena el «arribismo», el «orgullo» y «la soberbia»

El papa Francisco denunció el lunes el «arribismo» dentro de la Iglesia y «la vanidad», que «nos hace caer inmediatamente en el orgullo y la soberbia», durante su homilía matutina en la capilla de su residencia, Casa Santa Marta, en el Vaticano.

«A los arribistas, que se vayan a hacer alpinismo, porque es más sano», en vez de entrar en la Iglesia, instó con tono perentorio el pontífice argentino, quien está empeñado en una serie de reformas internas en la Curia Romana, la maquinaria interna de la Santa Sede, azotada desde unos años por intrigas, corrupción y escándalos sexuales.

«Jesús condena a esos trepadores que buscan el poder», agregó.

Francisco criticó asimismo duramente a aquellos que «siguen a Jesús por dinero y con dinero, que buscan sacar provecho económico de la parroquia, de la diócesis, de la comunidad cristiana, del hospital, del colegio». Denunció también actitudes como «la vanidad», que «es peligrosa, porque nos hace caer inmediatamente en el orgullo, la soberbia, y después todo termina ahí», explicó.

«Hemos conocido a tantos buenos católicos, buenos cristianos, amigos, benefactores de la Iglesia, incluso con condecoraciones varias… ¡tantos! De quienes después se descubrió que hicieron negocios un poco oscuros: eran verdaderos especuladores, ¡y ganaron tanto dinero! Se presentaban como benefactores de la Iglesia pero recibían tanto dinero y no siempre era dinero limpio», reprochó. Desde el inicio de su pontificado, en marzo del 2013, el papa argentino, que tomó el nombre de Francisco, el santo de los pobres, anunció que quiere una «iglesia pobres para los pobres».

CIUDAD DEL VATICANO, (AFP)