El primer ministro ruso, Dmitri Medvédev, está seguro de que Rusia es capaz no solo de hacer frente a las sanciones de Occidente, sino también de beneficiarse de ellas.
Acerca de las dificultades en la economía mundial y las sanciones contra Rusia, el primer ministro ruso advirtió que esta situación «para nuestro país no solo es un desafío, sino también una buena oportunidad de mejorar la eficiencia de nuestras propias actividades».
El intercambio de listas negras es un callejón sin salida
En particular, según Medvédev, se trata de la capacidad de «crear una nueva base para la economía nacional, que se basaría en nuestra propia producción». «En nuestras manos tenemos un conjunto de herramientas necesario que nos permite desarrollarnos de forma sostenible incluso en tales condiciones severas», concluyó el jefe de Gobierno ruso.
Además Medvédev aseguró que el Gobierno no permitirá que los rusos se conviertan «en rehenes de juegos políticos y sanciones» y añadió que el «intercambio de listas negras es un callejón sin salida», dijo.
En este contexto explicó que en caso de que las sanciones de Occidente dañen a los empresarios nacionales, Rusia les protegerá a través de tribunales y mecanismos de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
El negocio ruso «recibirá toda la protección necesaria», aseguró Medvédev, pero aconsejó a las empresas rusas «al margen de las sanciones, aprender a trabajar en un entorno competitivo».