Etiopía comenzó el lunes un duelo nacional de tres días tras la muerte de 52 personas en una estampida durante el tradicional festival oromo Irreecha, ocurrida el domingo en la localidad de Bishoftu, al sur de Adís Abeba, anunciaron medios oficiales.
Las banderas ondeaban a media asta en todas las instituciones gubernamentales, embajadas y consulados etíopes del mundo, en las escuelas y en los navíos con bandera etíope.
La radio nacional EBC emitía música en lugar de los programas habituales.
El gobierno regional oromo anunció, en un comunicado, que 52 personas habían fallecido el domingo en una estampida en Bishoftu, a causa de la acción de «fuerzas irresponsables» que provocó un movimiento masivo de la multitud.
La oposición cuestionó este balance, hablando de, al menos, 100 muertos. «Lo que oigo de la gente en el lugar es que el número de muertos supera la centena», declaró el domingo a la AFP Merera Gudina, presidente del Congreso del Pueblo Oromo.
Varias decenas de miles de personas se habían reunido a orillas del lago Harsadi, sagrado para los oromo, con motivo de la ceremonia de la Irreecha, que marca el fin de la estación de lluvias.
Los participantes se manifestaron pacíficamente contra el gobierno, cruzando sus brazos por encima de la cabeza, un gesto que se ha convertido en símbolo de protesta entre los oromo frente a las autoridades etíopes.
Pero la ceremonia degeneró cuando los dirigentes oromo afiliados al gobierno fueron atacados por la muchedumbre. La policía contestó utilizando gases lacrimógenos, lo que desató un movimiento de pánico entre los manifestantes.
Varias personas cayeron, unas sobre otras, en una profunda fosa de varios metros que había cerca y murieron asfixiadas.
Se escucharon disparos, pero no se sabe si fueron con balas reales o no, y se encontraron cartuchos de balas de caucho en la zona, constató un fotógrafo de la AFP en el lugar.
Activistas oromo reclamaron en las redes sociales «cinco días de cólera» en respuesta a la tragedia.
Etiopía vive en la actualidad un movimiento de protestas antigubernamentales sin precedentes en la última década, que se inició en la región oromo (centro y oeste) en el mes de noviembre de 2015 y que se extendió durante el verano a la región amhara (norte).
Estas dos etnias representan alrededor del 60% de la población etíope y protestan contra el que consideran un dominio hegemónico de otra etnia, los Tigray, originarios del norte del país.