Por lo menos 10 soldados murieron y 12 resultaron heridos el jueves en un osado ataque en el norte de Irak, dijeron las autoridades.
El ataque matutino a la base en las afueras de la ciudad de Mosul, a 360 kilómetros (225 millas) al noroeste de Bagdad, comenzó con un suicida que detonó sus explosivos en un camión en la entrada del complejo, dijeron un oficial del ejército y un policía.
Un grupo de pistoleros atacó inmediatamente desde vehículos militares al parecer capturados y se entabló un tiroteo en el que murieron ocho atacantes, dijeron las fuentes.
Un funcionario médico confirmó la cifra de bajas. Todos hablaron con la condición del anonimato por no estar autorizados a hablar con la prensa.
En los últimos meses, Mosul y la región circundante ha sido escenario de osados ataques de milicianos, principalmente de un desprendimiento de al-Qaida conocido como Estado Islámico de Irak y el Levante, contra militares y fuerzas de seguridad.
En la provincia adyacente de Anbar al oeste, ese movimiento controló partes de la capital provincial, Ramadi, y el centro de la ciudad vecina de Faluya. Desde entonces, las fuerzas de seguridad del gobierno iraquí y milicias tribales suníes aliadas han tratado de desalojar a los milicianos.
Nadie se atribuyó de momento el ataque del jueves, pero los ataques suicidas y los ataques en larga escala bien coordinados son características de dicho movimiento. Grupos insurgentes suníes han intensificado sus ataques en todo el país desde el año pasado en un intento por socavar el gobierno de mayoría chií.
La violencia ha crecido en Irak durante el último año, que ha visto el mayor número de muertes desde 2007, el peor año en la violencia sectaria, según cifras de las Naciones Unidas. Más de 8.800 personas han muerto el año pasado.
BAGDAD (AP)