Paleontólogos descubrieron restos de un cocodrilo de unos 90 millones de años, cerca de un poblado rural de la región de Coquimbo, en el norte de Chile, zona donde se hallaron los primeros fósiles de dinosaurios en el país en 1968.
Científicos de la Universidad Andrés Bello descubrieron hace tres semanas una importante cantidad de restos fósiles de invertebrados marinos y osamentas, de los que se destaca el esqueleto, cráneo y múltiples partes óseas de este cocodrilo de la rama Sebecosuchia que vivió en Sudamérica hace unos 90 millones de años, y se extinguieron hace cerca de 3,5 millones de años.
«Éste es el esqueleto más completo hallado a la fecha en la zona y uno de los especímenes mejor conservados de cocodrilos fósiles hallado en territorio nacional», declaró Martín Chávez Hoffmeister, paleontólogo y docente de la Universidad Andrés Bello, en un comunicado difundido este jueves.
El hallazgo se registró cerca del poblado de Pichasca, a unos 500 km al norte de Santiago, una zona en la que en 1968 se encontró el primer yacimiento de restos de dinosaurios de la historia de Chile y donde se encuentra el Monumento Natural Pichasca.
Este cocodrilo era un depredador cuadrúpedo que vivió en Sudamérica durante el periodo cretácico tardío, y sus fósiles se habían encontrado comúnmente en Argentina y Brasil, por lo cual, el hallazgo en Pichasca causó sorpresa entre los paleontólogos.
«Este podría ser el primer registro de su clase en Chile. Habría convivido con los dinosaurios hallados en el Monumento Natural Pichasca», aseveró Chávez.
El descubrimiento fue dado a conocer al Consejo de Monumentos Nacionales que determinará las acciones futuras para el resguardo de los restos fósiles y el área del hallazgo.