Rusia y China avanzan con sus negocios, mientras Occidente sigue empeñado en imponer sanciones. Moscú y Pekín están a punto de firmar un acuerdo por el que durante las próximas tres décadas China recibiría gas ruso.
Pekín trata de encontrar un equilibrio en la relación estratégica que mantiene con Rusia dado que Putin y Xi Jinping están a punto de firmar un importante acuerdo de comercio de gas, afirmó el periodista Pepe Escobar en RT.
A su juicio, este pacto es «la noticia de la década» porque, además de tratarse de una asociación estratégica y una diversificación para Rusia, en el mismo está implicado el suministro de gas.
«Ucrania se convertirá en una atracción al margen para Rusia si Moscú logra un acuerdo energético con China», afirmó el corresponsal del diario ‘Asia Times’.
Hacerse de oro sin interferir en asuntos políticos ajenos
Occidente a menudo critica a China en materia de derechos humanos o por lo que percibe como una manipulación de la moneda. Sin embargo, parece olvidarse por completo de estos temas cuando se trata de hacer negocios con el gigante asiático.
Según el analista, durante la reciente visita a Europa del presidente chino, Xi Jinping, los líderes de las naciones estaban ansiosos por cerrar tratos con China.
«Nadie habló entonces del Tíbet, Xinjiang, los uigures, Taiwán o Hong Kong», declaró el periodista en RT.
Escobar resume en dos puntos el modo de funcionar de China en la escena mundial: hacerse rico en poco tiempo y tratar de mantener un perfil bajo en asuntos políticos que no le conciernen.
Después de lo que ocurrió en Crimea, explicó el experto, el diario ‘People’s Daily’ tardó casi tres semanas en escribir un editorial el asunto, lo que claramente evidencia que el Gobierno de Pekín no sabía exactamente cómo responder a los hechos.
El analista señaló que China entendió la reacción de Rusia en Crimea, pero que al mismo tiempo tenía que ser cuidadoso con su respuesta porque también existe un sentimiento separatista en Xinjiang y en el Tíbet.
¿Pasará a ser China un poder militarizado?
Según Escobar, China no llegará a ser un poder megamilitar como el Pentágono y tampoco busca serlo. Sin embargo, no desea estar rodeada por EE.UU. en el mar de China Meridional, el océano Índico y el Pacífico oeste, declaró el experto, que agregó que la Marina china cuenta con un proyecto a largo plazo para poner fin a ese acorralamiento.
En 2013 China se convirtió en la mayor potencia comercial a nivel mundial al superar por primera vez a EE.UU. en el volumen de intercambios comerciales.
Según Escobar, tanto los europeos como los estadounidenses «necesitan desesperadamente» hacer negocios con China.